Restaurante LA SIRENA.
La Sirena constituye el mejor ejemplo de que la brisa del mar no tiene límites geográficos, porque cuando se degustan las gambas, cigalas, langostinos o lubinas
que ofrece este restaurante pareciera que nos encontramos a orillas del Mediterráneo.
Situado en Petrer, a unos 32 kilómetros de la costa alicantina, es parada obligada en la zona, por la calidad de su oferta. Una unión inteligente entre la materia prima de excelente calidad y la experimentación comedida en el mundo de los sabores dan como resultado una carta extensa y muy completa en la que pescados, mariscos y arroces coquetean entre la cocina tradicional y nuevos aires de vanguardia de la mano de su
chef Mª Carmen Vélez.
A la entrada del local, una amplia barra de madera y azulejos multicolor con una espectacular vitrina dan fe de la frescura de las materias primas con que se elaboran las diversas tapas y picaditas para una comida ligera o informal.
El comedor, con una bodega de piedra Bateig y cristal que separa los diferentes ambientes y un reservado para reuniones con entrada independiente, invita a la sobremesa y la tertulia. Su decoración sobria y elegante, una cálida iluminación y un servicio amable
y atento son los ingredientes que completan esta oferta gastronómica.
La plena satisfacción de los comensales es el leitmotiv de este puerto de mar en el interior.